lunes, 9 de noviembre de 2009

Vieja

Yo ya ni sé que excusa poner con esto de que los años pasan. Ahora la verdad es que soy muy vieja para ser joven, y ya no me puedo escudar en pelotudeces que tengan de referencia a mi edad para justificar mi inutilidad infinita. Te das cuenta que sos viejo cuando ya no es tu mamá la que llama a atención al cliente porque a vos no te anda el jueguito choto, sino que vos mismo te encargás de putear de arriba a abajo a la culeada que está al otro lado del teléfono. De pronto ya no le das explicaciones a nadie porque te fue horrible en un parcial de la facultad, nomás te sentís como el orto vos. Y cosas.

Ahora estoy también abandonando esa etapa rara en la que te devorás todos los capítulos de los garches de tus amigas. No me parecen tan lejanos los años en que yo decía tipo "Aia, ¿gustás de Pepi?", y sin embargo, irremediablemente abandonás esa instancia de vergüenzas fáciles y te encontrás 3 o 4 colores de pelo más tarde ya habiendo superado el "¿te lo transaste?", "¿están saliendo?" y "¿cogieron?".

Mirá si estaré jodida que voy por "¿lindo el telo?".